Desaparecido Penetrable amarillo del museo Jesús Soto

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El Museo de Arte Moderno “Jesús Soto” presenta un progresivo deterioro en todas sus áreas sin que, al parecer, a sus encargados, les interese frenar la pérdida del legado que el maestro Soto tanto se esforzó en dejar, a sus coterráneos.

Así lo indicó Alejandro Lanz, director del Centro de Investigaciones Ecológicas de Venezuela (CIEV) quien criticó la desidia con que año tras año se sigue manejando el Museo por parte del Ejecutivo regional, llevándolo a su estado más deplorable.

“El Penetrable Amarillo ya no existe, las salas expositivas a oscuras y todo el complejo cultural sin aire acondicionado, lo cual sigue generando el deterioro de todas las obras que se exponen en el Museo, sin que a nadie le importe lo suficiente para revertir la pérdida del patrimonio cultural para Guayana y el mundo”, señaló el titular del CIEV.

Para el ecologista, al entrar al Museo se percibe un ambiente afligido, gris, de tristeza; quizás es el dolor del alma del maestro Soto que recorre con agobio y desilusión todo el centro cultural.

En total oscurana salas expositivas del Museo

“El Museo Moderno que el maestro Soto inauguró en 1973 como agente catalizador, aglutinador, efervescente, modificador e impulsador de la cultura, en la cual existía una colección de obras artísticas de renombre mundial y hoy solo quedan algunos vestigios del que fuera, el epicentro artístico más importante del suroriente del país”, asegura Lanz.

Los problemas de la falta de aire acondicionado en las salas expositivas y los deshumificadores representan una grave amenaza para las obras.

“Nos informaron que en el marco de una obra de Soto se encontró una oruga que, gracias a Dios, no llegó a comerse el lienzo (…) hay una amenaza en el deterioro y de pérdida de obras de forma irremplazable”, alertó Lanz.

En este sentido, hizo un llamado a todos los bolivarenses a ejercer presión pública para que no se pierda el legado del maestro Soto.

En este orden de ideas, espera que se realice un inventario de las obras de arte de forma transparente.

“Nos informaron que muchas de las obras de las salas expositivas fueron retiradas para que el público no se dé cuenta del deterioro de las piezas de arte y, presuntamente, fueron llevadas al depósito del museo (…) pero resulta que el depósito del museo tampoco tiene aire acondicionado ni las condiciones mínimas para conservar las obras, por lo que tememos que éstas se terminen de dañar o “desaparezcan misteriosamente”, cuestionó el ecologista, quien recordó cómo el profesor Alfredo Inatty con pocos recursos, logró mantener siempre al Museo Soto en óptimas condiciones; antes que la gobernación lo “expropiara” y nombrara a la hija del entonces Secretario de Gobierno, Teodardo Porras, Mairyn Porras su posterior directora, quien en la actualidad, ni siquiera vive en la región.

“Desde ese momento se dejó el Museo a su suerte, sin mantenimiento, sin recursos y saqueado”, apuntó.

El museo contaba entonces con más de 500 obras de artistas nacionales e internacionales del siglo XX. En esa colección se encuentran representados artistas de la vanguardia como Kasimir Malevich, Robert Jacobsen, Alberto Magbelli, Kenneth Snelson, Georges Rickey, Natalia Gontcharova, Pavel Mansouroff, André Heurtaux, Jesús Soto, ManRay, Josef Albers, Jean Tinguely, Fortunato Depero, Jean Gorin, Lucio Fontana, LajosKassak, Víctor Vasarely, Michel Seuphor, Henryk Stazewski, Mauro Reggiani, Auguste Herbin, Sonia Delaunay, Marcel Louis Baugnet, Serge Poliakoff, Wassil Kandinsky, Johannes Itten, Jean Arp, Theo Van Doesburg, Hans Richter, Ilya Chashnik, Roy Lichtestein, Jean Arp, Casimir Malevich, Piet Mondrian,  Josef Albers, Man Ray, SergeLemoine, Alejando Otero, Jean Dewasne, LiubovPopova, Carlos Cruz Diez y Henryk Berlewi, entre otros.

Finalmente el titular del CIEV expresó que el  Museo Soto es una isla donde reposa un tesoro que todos debemos descubrir.  

Es imperdonable

“En el Museo Soto el arte entra por los poros, se puede tocar, sentir en la piel; arte para sumergirse con la mirada y el cuerpo (…) de allí que es imperdonable que tanto la junta interventora del Museo Soto como los directores que han nombrado a dedo, simples empleados públicos, que no les duele el Museo sino simplemente seguir lineamientos partidistas, sin importarles que se dañen y deteriore las obras e infraestructura del Museo”.