Los familiares de Jesús Celestino Catamo Rodríguez, de 42 años, están tras su pista; tal parece que «Chicho», como le dicen de cariño, se fue a mediados de año al municipio Roscio «tras la fiebre de las minas».
El 22 de diciembre un grupo de compañeros se regresó a Ciudad Guayana y le informaron a los familiares que Chicho se iba a quedar unos días más; en ese momento ellos se encontraban explotando la mina de Cicapra y supuestamente Catamo mandó a informar a sus familiares que él iba a dirigirse a la mina La Florinda, ubicada en las adyacencias del río Yuruari, sin embargo no han tenido noticias de Jesús y desconocen su paradero.
La familia informó que los funcionarios del Cicpc les manifestaron que debían dirigirse hasta Tumeremo para ver «si era alguno de los cadáveres sin identificar que se encontraban en la morgue de la localidad».
Catamo, mientras vivía en Ciudad Guayana se dedicaba a la construcción y a la albañilería y los familiares aseguran que él «se fue en busca de una estabilidad económica».
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