Tribilin y “La Ola”

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Para las personas que aún mantienen la perplejidad del no saber de dónde salen los desastres políticos y organizacionales tienen que ver el film «La Ola». Un perfecto coctel hecho de anarquía, autoritarismo, liderazgo, necesidad, desesperanza, ignorancia, inocencia y arte del siglo XXI. No he de contar la película pues será su privilegio encontrar las claves de lo que vivimos todos los venezolanos en la actualidad. La historia está llena de monstruos creados por gente que, finalmente, es destruida por su propia obra. Hay líderes que conducen a sus seguidores al bienestar, sean estos políticos o empresarios, cabezas de familia o jefe del Comité de Agua de tu comunidad; hay locos que conducen al caos y al desastre, hay charlatanes que hacen perder el tiempo ajeno. También, hay mentirosos de agenda oculta que ofrecen unas cosas y luego dan otras. Y existen los rebeldes, los que mantienen la clarividencia por encima de la textura del corto plazo, los que avizoran el despeñadero, en fin, los que se oponen desde un principio y, finalmente, los decepcionados que se encuentran lentamente con el peso del desastre de los hechos y brincan la talanquera. El gran caos político está en esa encrucijada.
Esto va con los docentes y con todo el que tenga una vocería posible. Hay que ser cuidadoso en el liderazgo y la gerencia. El comando o la gerencia conducen a lugares insondables donde no existen reglas, ni límites para la acción. El crear una realidad definida: La cultura organizacional de una empresa, la atmosfera e ideología de un partido, las alianzas familiares, la fe y los dogmas; son tejidos que recogen mucho caos y puede ser tan maliciosamente abundante, que llega a partir al propio tejido que le dio origen. Así es la realidad política y la cultura organizacional.
Los verdaderos líderes saben dar sostenimiento al caos, ofreciendo caminos claros, reglas y ejemplificando con un comportamiento ético. La tendencia siempre impulsará al opuesto y el trabajo es estimular hacia el bienestar, nunca hacia el hambre, la auto destrucción, ¿la muerte?. La película te enfrenta a realidades donde ¿Un humilde profesor puede hacerse de un gran grupo que cambie el mundo? La fuerza de la disciplina, la motivación correcta, la innovación pedagógica; en general, todo aquello que esté hecho de las entrañas del ser humano podrá predecirse donde y cuando empieza pero no es tan fácil con el final. La fuerza humana es un activo colectivo y el trabajo del líder es complejo, diario y caótico por definición para ponerlo al servicio del bienestar de la gente. Un profesor es un líder, es bueno recordarlo, pues últimamente encuentro que muchos cuatreros han asaltado las aulas de clase de Venezuela en todos los niveles. Es la ola de la ignorancia que nos cubre abrumadoramente y nos ahoga hasta el punto que los alumnos desenfundan un arma porque les retiras las bendita chuleta. Esto no es cuento en Venezuela, sino historia contemporánea guardada en los sótanos ministeriales.
Un Tribilin cualquiera pasa de las tablas del teatro escondido, al gran escenario nacional, crea la anarquía y el caos, aúpa las necesidades y denuncia un presente pervertido por gente patética. Se crea la ola de Venezuela. Tan alta, altísima diría yo que arrasó con la esperanza de muchos, la riqueza de la nación, la vida de tantos…vean «La Ola» y luego me cuentan…los espero…
@conexionaragua
*Doctora en Ciencias Sociales
y profesora universitaria

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