63- La Escuadra y el Compás

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Orígenes del Rito Escocés Antiguo y Aceptado (1)
Sol de Guayana 218
Bannockburn El 24 de junio de 1314, solsticio de verano en el hemisferio norte, amaneció fresco y brumoso en la localidad escocesa de Bannockburn. A las nueve de la mañana y con el sol alto, ambos ejércitos habían tomado posición de combate y luego de una última negociación más ritual que práctica, los arqueros ingleses dieron comienzo a la batalla que duraría casi seis horas.


Cerca ya las tres de la tarde, las tropas del andrógino Eduardo II, rey de Inglaterra y yerno del Felipe IV, el hermoso de Francia (1), abandonaron el campo de batalla, permitiendo a los fieros escoceses celebrar largamente la victoria, no ya de una batalla, sino la de una dura guerra de independencia que acababa de lograrse bajo la conducción de su soberano Robert de Bruce, Robert I de Escocia.

Esa batalla, en tan simbólica fecha, tendría repercusiones no solamente en el mapa político de la antigua Albión, sino también en la evolución de la Masonería en general y del Escocismo en particular, porque, como consecuencia del triunfo de los escoceses den la batalla de Bannockburn, ocurrieron dos hechos muy importantes desde el punto de vista de la historia de la Masonería, a saber, la creación de la Orden de San Andrés del Cardo y el inicio de la dinastía de los Estuardo.

Tras la batalla, un agradecido Robert de Bruce creó la Orden de los Caballeros de San Andrés del Cardo, siendo sus primeros integrantes varios centenares de Caballeros del Temple, de decisiva actuación ese día de gloria de las armas escocesas. Entre estos experimentados guerreros había muchos miembros escoceses de la Orden del Temple, pero también es cierto que un buen número de ellos eran caballeros franceses de la Orden del Temple que habían llegado a Escocia huyendo de la persecución, genocidio diríamos en nuestros días, desatada contra ellos por el rey de Francia (Felipe IV, el hermoso) y el Papa Clemente V.

La creación de la Orden de San Andrés del Cardo permitió a los monjes guerreros seguir existiendo legalmente, protegidos por un legítimo rey, y como veremos más adelante estuvo vinculada con la aparición, tiempo después, de algunos de los grados del Rito Escocés.
En la batalla de Bannockburn también tuvo destacada actuación un amigo y compañero de armas del rey, de nombre Walter. Era Walter descendiente de Alan Fitzfiaald, un vikingo muerto en 1114. Tomó Walter, para sí y para sus descendientes, el nombre de su función, Stewart, que designaba entonces, en el seno de la nobleza, el cargo de senescal (2). La forma francesa Stuart fue adoptada en 1562 por una de sus descendientes, la famosa María Estuardo, a su regreso de Francia.

Walter Stewart fue el más leal colaborador y apoyo del rey Robert I de Escocia, casándose en 1315 con su hija, la princesa Marjorie, y sucediendole como soberano de Escocia a la muerte del rey. Así dio comienzo la dinastía Estuardo, que mantuvo relaciones muy estrechas con la Francmasonería operativa de su época, al punto que varios soberanos de esta familia fueron iniciados y elevados al cargo supremo de Gran Maestro. Como detalle interesante anotamos que las armas de los Estuardo de Lennox, aparecen en el mandil masónico de los Maestros Escoceses del Early Grand Scottish Rite o Rito Escocés Primitivo.

Tras su formación en 1717, la Gran Logia de Londres tomó rápidamente una importancia considerable. Incorporó a personajes de relieve y desplegó una gran actividad incluso más allá de los límites de Inglaterra. Bajo sus auspicios, los masones de Irlanda fundaron una Gran Logia en 1729 y los de Escocia constituyeron en 1736, la Gran Logia de San Juan de Escocia. Fuente: Masones Regulares
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