Michael Eduardo Avilés Ascanio, de 18 años, fue baleado a mansalva en el porche de su residencia, ubicada en barrio Hipódromo, en Upata.
El jovencito compartía con unos amigos y vecinos durante la noche del miércoles, cuando fue sorprendido por unos motorizados.
Los sicarios conocían muy bien su misión, pues tras precisar a su “presa” le dieron plomo hasta verlo revolcarse en el suelo.
El homicidio corresponde a una venganza y ahora es trabajo de los pesquisas determinar a los culpables para que paguen su condena.
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