Perdió la vida al estrellar su vehículo contra una pared

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La ingesta de alcohol en exceso y la imprudencia tras el volante volvió a cobrar una vida ayer por la madrugada. La víctima del trágico suceso quedó identificada como Antonio José Romero Moreno, de 34 años.

Desde tempranas horas de la tarde Antonio estaba en el sector El Rosario, ingiriendo licor con varios amigos, entre ellos un mecánico que estaba en compañía de su hijo. Al caer la noche se fueron a seguir «la parranda» en su casa, ubicada en la calle Democracia, del sector El Cerrito, en el barrio Cristóbal Colón.

Eglis Caripe, esposa del infortunado, indicó que el grupo de amigos estuvo tomando hasta el amanecer, fue allí cuando Marcos José Brito Uromiare, de 16 años, hijo del mecánico, a eso de las cinco de la madrugada le pidió a Moreno que lo llevara de regreso a su casa, en Los Naranjos, vía Upata.

Eglis se negó rotundamente, pues el estado de embriaguez de su esposo le hacía pensar que no estaba apto para manejar. El hombre se enfureció y le dio una bofetada a la mujer, «ábreme el portón, ¿Por qué no me estrello de una vez y me mato aquí mismo?», fueron las palabras del dominado por el alcohol.

La mujer entre nervios le abrió el portón y el hombre partió con el único propósito de llevar al joven a su casa, y no fue sino hasta minutos después que la familia recibió la terrible noticia.

SE ESTRELLÓ CONTRA UNA PARED

Aproximadamente a las 5:30 a. m, Antonio iba en su vehículo Ford Galaxie 500, placas PFBD579, en dirección a Los Naranjos a llevar a Marcos José. El vehículo se desplazaba a toda velocidad por la arteria vial hasta que a la altura del Club Campestre La Posada del Viajero el conductor perdió el control, volcándose y chocando contra la pared del local.

Inmediatamente los lugareños reportaron el suceso al servicio de emergencias 1-7-1, quienes arribaron al lugar del siniestro. Antonio falleció de manera instantánea en el impacto, que le ocasionó traumatismo craneoencefálico, mientras que Marcos José fue trasladado hasta el hospital de Guaiparo, donde permanece recluido y en observación.
Funcionarios del Instituto Nacional de Tránsito Terrestre (Intt), registraron los detalles del accidente, y la unidad forense del Cicpc se encargó del levantamiento del cuerpo del infortunado.

«SE DESPIDIÓ DE SUS HIJOS»

Eglis Caripe, esposa de Antonio, señaló «el como que sabía que no iba a regresar, cuando yo le abrí el portón se bajó del carro y le dijo a sus cinco hijos: Dios los bendiga, yo no regreso para la casa y si regreso es en un ataúd». Su palabra se cumplió, pues esa fue la última vez que lo vieron con vida.