Este régimen que habla de la paridad de género y obliga a las organizaciones partidistas a que lancen a la carrera política a las mujeres (en un 50 % donde se pueda y donde no, en un 40 %) ha inhabilitado este martes a una. Estoy refiriéndome al caso concreto de María Corina Machado, la diputada que obtuvo la más alta votación en los últimos comicios parlamentarios.
Eso, al parecer, originó la furia incontrolable de quien dice «amar a las féminas» permitiendo en la sede que preside, la golpearan y fracturaran sin hacer nada para evitarlo. Eso no fue todo. A María la despojó el régimen de su curul… pero no pudieron pararla… le aplicaron una prohibición de salida del país y se trajo entonces a los ex presidentes para que conocieran la realidad de la dictadura venezolana in situ… y al régimen le fue peor. Lo único que le falta a la dictadura, en su inquina hacia María, es meterla presa.
Amigo lector, aquí sentada ante el teclado hay una pregunta que me revolotea en la cabeza. ¿Qué es lo que tanto le molesta a los jerarcas oficialistas de Leopoldo López, Antonio Ledezma y María Corina Machado? ¿Por qué la persecución implacable hacia ellos? ¿Se salvará Capriles de un nuevo carcelazo?
DESAHOGO DE UN MÉDICO VENEZOLANO
Esta semana un especialista en medicina cardiovascular utilizó las redes sociales para expresar su angustia ante el deterioro general del país. En pleno siglo XXI, la medicina en Venezuela ha retrocedido a los inicios del siglo pasado y nuestros galenos se sienten impotentes al no contar con la tecnología e insumos necesarios para brindar a sus pacientes la salud. A continuación les transcribo este grito desesperado, que es el de muchos.
«No puedo ejercer mi profesión como debe ser. Para un infarto no hay contraste para cateterismo, no hay material ni drogas, no hay trombolíticos, no hay antihipertensivos ni nitroglicerina. No hay Radio-Isótopos para estudios, no se pueden hacer gammagramas, no se consiguen cupos para Resonancia Magnética. Dentro de poco nos conformaremos con mirar el iris de los pacientes para hacer diagnósticos, o el color de las orinas para acercarnos a las patologías que podría estar sufriendo. ¿Hasta dónde es tocar piso?
Recibo llamadas de todos lados del país para ver si puedo recibir pacientes que, en su sitio de origen, no tienen como atender, eso sumado a que los médicos recién graduados se fueron y los especialistas jóvenes también… y con razón. ¿Dónde vamos a parar?
No se ve ningún comunicado de las Sociedades Científicas, Colegios médicos o Federación Médica Venezolana denunciando esto en forma contundente.
¿Dónde están los seguros? ¿Qué responden? ¿Cómo resolver los problemas de sus afiliados?, o ¿no es también problema de ellos? No vengan con la excusa del mercantilismo médico, que queremos hacernos ricos. ¡No hay material para trabajar!
Trabajé 30 años en la administración pública, en el Vargas y Universitario y nunca vi nada igual, tuvimos carencias de algunas cosas e incluso erradas políticas de salud, pero se podía resolver. Hace 15 años pusimos 1000 Stents coronarios en el Hospital Universitario, ¿cuántos ponemos hoy día? El Servicio de Cirugía Cardiovascular del HUC cerró, egresó a los pacientes, apagaron las luces y cerraron sus puertas. La enfermedad Cardiovascular es la primera causa de muerte. No parece haber dolientes…
Venezuela llegó a tener una medicina de primer mundo y vamos aceleradamente para atrás, equipos dañados por falta de repuestos ¿Cuál es la respuesta? ¿Guerra económica? ¿El capitalismo de la empresa farmacéutica? Cada vez es una declaración es más estúpida que la otra. La situación es caótica y no vemos reacción del gobierno ni se la oposición. Mis maestros no me enseñaron a ejercer este tipo de medicina. ¡No me puedo acostumbrar!
Mi hijo recién egresado se encuentra en España haciendo su postgrado en cirugía de tórax como residente de primer año y tiene que estar pendiente para salir en avión hacia algún sitio a buscar un pulmón de algún donante, luego, llevarlo a que lo trasplanten. Salen en aviones ejecutivos de último modelo, dos jets que son propiedad de Servicio de Cirugía de Tórax, y es un hospital público sostenido por el gobierno local. ¡Otro mundo! ¿Cómo pensar que pueden regresar? Repetiré mil veces: ¡Dios es bueno!… ¡Dios es bueno todo el tiempo!».
Sí, Dios es bueno… los malos son otros… y los conocemos.
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